"La formación en materia de prevención tiene que estar adaptada a los riesgos del puesto de trabajo". Entrevista a Vanessa Escamilla

Los cambios sustanciales que se han ido produciendo en las últimas décadas en las condiciones laborales, como consecuencia del avance de la técnica, han mejorado en gran medida la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras. Sin embargo, la introducción de máquinas, equipos de trabajo y la incorporación de nuevas tecnologías supone la aparición de nuevos riesgos, lo que hace necesario una formación e información continua al personal laboral.

La seguridad en el trabajo es un derecho fundamental y en este sentido, hay que tener en cuenta que todo el personal debe ser consciente de los riesgos a los que se ven sometidos, como prevenirlos y los métodos seguros de trabajo.

Cada puesto de trabajo necesita una formación específica. Entrevistamos a Vanessa Escamilla, Coordinadora del Área de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad y Salud en el Trabajo de Bureau Veritas Formación, que nos orienta sobre los cursos que mejor se adaptan a las necesidades formativas en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Vanessa, ¿crees que el trabajo puede ocasionar daños a la salud de la plantilla?

Sí, desafortunadamente es más habitual de lo que parece. Se han demostrado muchas situaciones que originan accidentes laborales, que son daños inmediatos para las personas, o enfermedades profesionales, como consecuencia de la exposición a contaminantes físicos, químicos y biológicos.

Es habitual que en el medio laboral existan factores de riesgo; es decir, condiciones presentes durante la actividad laboral que pueden provocar riesgos que deriven en los daños para la salud antes comentados, siendo el riesgo la posibilidad de que un trabajador o trabajadora sufra un daño derivado del trabajo.

En tu opinión, ¿por qué es necesaria la Prevención de Riesgos Laborales en una empresa?

En primer lugar, hay que comentar que es una obligación marcada por la legislación y ya la Constitución Española encomienda a los poderes públicos velar por la seguridad e higiene en el trabajo.

Este mandato constitucional conlleva la necesidad de desarrollar una política de protección de la salud de las plantillas mediante la prevención de los riesgos derivados de su trabajo.

Por ello, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales tiene por objeto establecer el marco básico necesario de las garantías y responsabilidades, tanto de los responsables de la empresa como del personal laboral, con la finalidad de establecer un adecuado nivel de protección de la salud frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo.

La Prevención de Riesgos Laborales tiene como objetivo anticiparse al riesgo. Es decir, la prevención es necesaria en cualquier organización para eliminar los posibles factores de riesgo a los que está expuesta la plantilla, evitando así que se materialicen los riesgos y la persona sufra un daño derivado del trabajo.

Además, una adecuada Gestión de la Prevención permite ahorrar dinero tanto a la empresa como a la Seguridad Social, ya que no tendrán que asumir gastos derivados de accidentes y enfermedades profesionales.

Desde tu experiencia como formadora, ¿por qué es necesario formar a la plantilla en prevención de riesgos laborales?

La formación constituye una parte fundamental de la política de Prevención de Riesgos Laborales de cualquier empresa, ya que consiste en desarrollar las capacidades y aptitudes de la plantilla para la correcta ejecución de sus tareas, sin que ello pueda provocar un daño para su seguridad o salud o la de terceros.

El conocimiento de los riesgos a los que se expone la plantilla y cómo evitarlos es un derecho recogido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que en su artículo 19 marca las obligaciones del empresario en materia de formación en PRL.

Es necesario poseer una buena formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales con el fin de reconocer las situaciones que suponen un riesgo para la salud y así poder evitarlas.

El personal debe ser consciente de los riesgos a los que se ve sometido al desempeñar sus tareas cotidianas, cómo prevenirlos y los métodos seguros de trabajo.

¿Cuándo se debe realizar la formación en PRL?

La formación en PRL debe llevarse a cabo en el momento de la contratación del trabajador o trabajadora, independientemente de la duración y el tipo de contrato, y debe integrarse en el plan de formación general de acogida de la empresa.

Esta formación debe organizarse dentro de la jornada de trabajo, o descontarse de la jornada de trabajo si se hace en un horario distinto al laboral.

Es importante tener en cuenta que no es suficiente hacer una única formación, sino que hay que volver a formar a la plantilla si se modifican las funciones del puesto de trabajo, se introducen nuevas tecnologías o se producen cambios en los procedimientos, métodos o en los equipos de trabajo, ya que esto podría suponer la aparición de nuevos riesgos.

Una vez que sabemos la importancia de formar a toda la plantilla en materia de PRL, ¿qué contenido debe incluir esta formación?

La formación obligatoria tiene que incluir contenidos teóricos y prácticos en relación con los riesgos laborales relacionados con el puesto de trabajo y/o la empresa. Estos contenidos deben contemplar tanto los riesgos que afectan a la empresa en su conjunto como los específicos de cada puesto o función.

Además, la formación debe incluir las medidas y actividades de prevención y protección aplicables para eliminar o controlar estos riesgos y medidas adoptadas y acciones previstas en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación en situaciones de emergencia.

La formación tiene que estar adaptada a los riesgos del puesto de trabajo o tareas que se van a desempeñar, por lo que no valdrá cualquier formación en materia preventiva, sino que esta deberá ser específica de su puesto de trabajo.

¿Qué modalidad de formación es válida?

El artículo 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales no especifica la modalidad a seguir a la hora de impartir la formación en PRL.

Como coordinadora del área de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad y Salud en el Trabajo de Bureau Veritas Formación, ¿cuáles crees que son los mayores retos a la hora de diseñar una oferta formativa completa que cumpla con los requisitos de la normativa?

Es importante dar respuesta a las necesidades de empresas de diferentes sectores y sus riesgos concretos. También se debe abarcar todos los puestos, desde el personal directivo al base. Además, considero clave que se facilite a todo el personal un acceso sencillo a esta formación esencial para su desempeño. En Bureau Veritas Formación, por ejemplo, disponemos de una amplia variedad de cursos de formación en materia de Prevención de Riesgos Laborales en modalidad e-Learning, que permite conciliar los estudios con el resto de actividades, y esta oferta se actualiza de forma continuada para abarcar más sectores laborales y diferentes puestos específicos.

También me parece esencial que este tipo de cursos apuesten por la flexibilidad; que los recursos didácticos y diferentes contenidos sean muy dinámicos, de forma que se facilite el intercambio de conocimiento entre los docentes y el alumnado. Se trata de enriquecer la experiencia del usuario, manteniendo en todo momento la esencia de la formación presencial sin que, necesariamente, las personas que reciben la formación estén juntas en un aula.

Por ejemplo, en nuestro equipo, actualmente estamos desarrollando un escape room digital para dinamizar la formación en PRL. La formación de la plantilla sobre la prevención en riesgos laborales suele considerarse aburrida y poco motivadora, por lo que esta experiencia de gamificación ayudará a los estudiantes a alcanzar los contenidos y habilidades requeridos para el puesto de trabajo presentado de una forma dinámica y motivadora.

Por otra parte, el equipo docente debe estar preparado para la actualización acorde a los cambios frecuentes en las normas que regulan esta materia. No solo deben de tener un amplio conocimiento en materia de PRL, sino que este conocimiento debe actualizarse a través de cursos internos y externos, participaciones en congresos, colaboraciones con otros grupos de investigación, etc.