Primer paso hacia la aprobación de la Ley de Prevención del Desperdicio Alimentario. Un paso hacia la Sostenibilidad Empresarial.

La nueva legislación marca un hito en la gestión sostenible de recursos alimentarios para empresas y organizaciones, estableciendo nuevos estándares y requisitos de cumplimiento.

Impacto en el Sector Empresarial y Nuevas Obligaciones

El pasado 19 de diciembre 2024 se aprobó en el Congreso, en el primer filtro, la nueva Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, una normativa que afectará directamente a todos los agentes de la cadena alimentaria. Esta ley, que se alinea con los objetivos de la Agenda 2030, establece un marco regulatorio crucial para empresas del sector alimentario, distribución y restauración.

En este contexto de cambio normativo y creciente concienciación, la formación especializada se vuelve crucial. Los profesionales que buscan destacar en este campo emergente pueden beneficiarse de programas educativos integrales, como el Curso de experto en Diseño del Plan de Gestión para Minimizar el Desperdicio Alimentario (SG-MDA) que aborden tanto los aspectos teóricos como prácticos de la gestión del desperdicio alimentario. Estos conocimientos no solo son valiosos para las empresas que buscan cumplir con la nueva legislación, sino también para aquellos que desean liderar iniciativas de sostenibilidad en la industria alimentaria.

Oportunidades de Desarrollo y Adaptación Empresarial

La legislación introduce requisitos específicos para las organizaciones, incluyendo la obligatoriedad de implementar planes de prevención del desperdicio alimentario, con excepción de establecimientos de menos de 1.300 m². El incumplimiento puede conllevar sanciones que van desde los 2.000€ por infracciones leves hasta los 500.000€ por reincidencia en faltas graves.

Para dar respuesta al objetivo sobre la producción y consumo responsable de la Agenda 2030, la Ley establece la reducción de la generación de residuos alimentarios, con objetivos específicos de reducción del 50% en venta minorista y consumo, y del 20% en las cadenas de producción y suministro para 2030, respecto a 2020.

Esta Ley es una iniciativa de máxima importancia y actualidad por su contribución neta al logro de unos sistemas alimentarios más sostenibles, avanzando en el logro de los ODS, especialmente el ODS 2: Hambre Cero, el ODS 3: Salud y Bienestar, el ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles, el ODS 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles y el ODS 13: Acción por el clima.

La nueva normativa presenta importantes oportunidades para la profesionalización del sector:

  • Implementación de sistemas de gestión y trazabilidad alimentaria.
  • Desarrollo de convenios de colaboración con entidades sociales.
  • Creación de nuevos roles profesionales especializados en gestión de desperdicios.
  • Adaptación de procesos empresariales a estándares sostenibles.

Para las organizaciones, esto implica la necesidad de formación especializada en:

  • Sistemas de gestión de calidad alimentaria.
  • Normativa de seguridad alimentaria.
  • Gestión sostenible de recursos.
  • Compliance y prevención de riesgos.

En este sentido, Ruth Ballesteros, directora gerente de Bureau Veritas Formación, señala:

"Al igual que la implantación de un sistema de Prevención de Riesgos Laborales o un sistema de gestión de la calidad ISO 9001, la industria va a necesitar a miles de profesionales formados en el diseño, implantación y evaluación de un sistema de Minimización del Desperdicio Alimentario. Desde Bureau Veritas nos adelantamos a la publicación de la Ley y llevamos ya varios años formando expertos y certificando empresas que ya lo han implantado de forma exitosa."

Certificación Pionera en el Sector

Debido a la creciente demanda de profesionales especializados que será impulsada por las oportunidades laborales generadas con la aprobación de la nueva ley del desperdicio alimentario, Bureau Veritas cuenta con la certificación propia Sistema de Gestión para Minimizar el Desperdicio de Alimentos (SG-MDA). El esquema propone un modelo sencillo y eficaz, basado en la transparencia y responsabilidad que busca:

  • Identificar y cuantificar el desperdicio de alimentos generados en cada fase del proceso productivo.
  • Establecer planes de mejora alineados con la jerarquización de prioridades de la FAO.
  • Monitorizar los resultados obtenidos durante la auditoría.
  • Realizar un ejercicio de transparencia, publicando anualmente una memoria de resultados.

"Con este esquema ayudamos a las organizaciones a sistematizar de una forma eficaz su gestión del desperdicio alimentario y, sobre todo, a poner en valor sus iniciativas de mejora continua", destaca la organización.

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